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Migración: El drama de Carmen Lozada |
Tiene 50 años y hace ocho radica en EE.UU. En Lima, donde llegó de su
Iquitos natal, vendía comida. El negocio no iba bien, por lo que decidió
irse a Miami. Obtuvo la visa de turista gracias a una feria en esa ciudad;
pero, una vez terminada decidió quedarse. Ahora hace de niñera
ganando entre US$ 250 a 300 semanales, pero no tiene trabajo fijo
por su situación de ilegal. Además, no puede venir a ver a sus dos hijas,
ques han solicitado la visa en tres ocasiones, sin éxito. Es paradójico
que en un mundo globalizado, en el que los productos circulan libremente
gracias a los TLC, las personas no puedan hacerlo mismo. Cada
año, Carmen promete a Daniela y Tania, sus hijas, regresar. Promesa
que nunca se concreta, pues sabe bien que si viene no podrá entrar de
nuevo. A pesar de todo, ella cree que es mejor quedarse que volver.
Existen muchos casos similares en casi todos los países del mundo. |
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Por otro lado, la globalización ha facilitado el surgimiento de una “sensibilidad” ciudadana afín a la defensa y promoción de los derechos humanos. Mediante las tecnologías de la información, ciudadanos y organizaciones sindicales de diversos lugares del mundo desarrollan campañas de vigilancia ciudadana y social, denuncian casos de malas prácticas empresariales, vinculan el concepto de “ciudadanía global” con el consumo ético. La defensa de los derechos de obreros y obreras de Taiwán, Managua, Filipinas e Ica por activistas norteamericanos, europeos y asiáticos, ilustra muy bien su carácter diverso y articulado de estos procesos.
El Perú ha estado en el centro de este debate. El año pasado, en el marco de las negociaciones del
Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, el gobierno tuvo que aceptar la incorporación de un conjunto de estándares laborales como condición para la aprobación del mismo. Esta negociación reflejó en gran medida el intenso debate mundial sobre la necesidad de establecer nuevos mecanismos de regulación globales – a través de cláusulas laborales y ambientales – para limitar el impacto negativo del comercio internacional. Estos esfuerzos nacen de la preocupación que tienen sindicatos y empresas (principalmente del Norte), frente a la competencia desleal que significan las exportaciones de los países en desarrollo hacia sus mercados, realizada con mano de obra “barata”.
En este escenario, diversos sectores promueven proyectos alternativos para lograr una “globalización con justicia social”. Agencias especializadas como la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), el
Banco Mundial y otras, se han manifestado a favor del establecimiento de nuevas reglas para el comercio global que incluyan el respeto de los derechos laborales. Asimismo, en marzo de este año, con la unificación de la
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), que alberga a 41 millones de trabajadores, y la
Confederación Mundial de Trabajadores (CMT), con 9 millones de afiliados se concretará el mayor esfuerzo de los últimos tiempos por constituir una Central Sindical Internacional, lo cual puede contribuir a plantear respuestas globales para un sistema económico global.
¿QUÉ IMPLICA UN TLC EN MATERIA LABORAL?
“Forzar a un país en desarrollo a
abrirse a los productos importados
que compiten con los elaborados por
alguna de sus industrias, puede tener
consecuencias desastrosas, sociales y
económicas”. Joseph Stiglitz, Premio
Nobel de Economía, El malestar en la
globalización. |
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El TLC con EE.UU. cuenta con un capítulo “laboral” que establece una serie de condiciones que ambos países se comprometen a respetar para evitar la “competencia desleal” en el comercio bilateral basada en la mano de obra barata:
- Los países se comprometen a adecuar sus leyes laborales internas a los derechos fundamentales en el trabajo. Según la OIT, se trata de la libertad sindical y negociación colectiva; la eliminación del trabajo forzoso y trabajo infantil; y la no discriminación e igualdad de trato en el trabajo. Este último derecho –igualdad de trato y no discriminación– fue incorporado en mayo del 2007 con las adendas al TLC, que incluyeron otros estándares relacionados con el trabajo decente: salarios, duración de la jornada laboral y acceso a seguridad ocupacional (BL Nº 2). n Los países se comprometen a cumplir con la legislación laboral interna, y a no modificarla en caso interfiera con los derechos fundamentales y/o afecte el comercio entre las partes.
- Las controversias laborales pasan primero por un consejo especial de asuntos laborales y se tramitan como consultas a la contraparte gubernamental. Sólo si la respuesta no satisface a algunas de las partes, se procede a activar el sistema de solución de controversias.
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¿Cuánto empleo generará el TLC con los
Estados Unidos? |
Según Bruno Seminario y Oswaldo Molina –El impacto del TLC en la
situación del empleo en el Perú. Lima: PNUD, Ministerio de Trabajo,
2004. Disponible en: http://cies.org.pe/files/tlc/seminario.pdf–, el
TLC con los Estados Unidos tendría un saldo “positivo” de 18 mil 148
nuevos empleos, siempre que los sectores primarios constituyan
encadenamientos productivos internos. Esta cifra resulta de la suma
del empleos directos e indirectos (85 mil 467) originados por exportaciones
a ese país, menos los puestos de trabajo que se perderían (67 mil
319) por las importaciones de EE.UU. El 34% de los empleos en riesgo
se concentrarían en el campo y la producción de pequeña escala, los
sectores más vulnerables en la estructura económica. |
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En términos generales, en el aspecto laboral, el TLC sólo contribuirá a mejorar las condiciones de trabajo de la población si es que:
- Se promueve desde el Estado y el sector privado políticas de desarrollo tecnológico y productivo para las empresas con posibilidades de exportar a los Estados Unidos. Este apoyo debe orientarse a aquellos sectores que generan empleo (agricultura, manufactura, servicios, etc.), lo cual implica mayor financiamiento y un trabajo especial con las pequeñas y medianas empresas.
- Un rol más activo del Estado en la tarea de fiscalizar adecuadamente las condiciones de trabajo en el país.
Las cláusulas laborales del TLC sólo serán útiles en la medida en que las empresas cambien sus prácticas laborales.
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PARA SABER MÁS.. |
RED GLOBAL. Trabajo decente para el
desarrollo
MENDOZA, ARMANDO. Topy Top. Ir
por lana y salir sindicalizado
CONVEAGRO. Balance Negativo para
el Agro
CAPITULO LABORAL TLC EEUU/PERÚ.
FERNANDEZ-MALDONADO, ENRIQUE/REDGE. Los derechos laborales en los
acuerdos de libre comercio: TLC
EEUU y AdA CAN
EL TLC ES LA SOLUCIÓN. Libre
comercio, empleo y regulación.
En Coyuntura Año 2, Nº 16, enerofebrero
2006.
PLADES. Condiciones de trabajo en
la agroindustria de exportación en
el Perú.
CANESSA, MIGUEL. TLC:
Los derechos humanos laborales en
el seno de la OI T. Plades, 2007.
SEMINARIO, BRUNO Y OSWALDO MOLINA. El impacto del TLC en la situación del empleo en el Perú. PNUD, Ministerio de Trabajo. Lima, 2004. |
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