
Lo que no es bueno para las mujeres
no es bueno para la democracia
En el Perú estamos tan acostumbrados al autoritarismo conservador que palabras como "derechos humanos" o "estado laico" se desconocen en la práctica como pilares de cualquier democracia republicana moderna. En cuanto a los derechos de la mujer y la existencia de un ministerio sobre el tema, habrá que decir que, luego de dar a la mujer el derecho al voto en el siglo XX, hace solo veinte años se consideró en el sistema internacional de derechos humanos, políticas públicas dirigidas a acabar con la violencia contra la mujer, o a cuidar de sus derechos reproductivos. Las Naciones Unidas, encabezadas por las democracias occidentales impulsaron esta serie de cambios en beneficio de una equidad entre hombres y mujeres, a lo solo se han opuesto países marginales al derecho, dictaduras y teocracias perpetuadas en el poder.
De dónde procede la confrontación entre los defensores de los derechos humanos y la democracia y los defensores de un derecho natural y divino que pide volver a la religión como valor dogmático? Pues es una confrontación permanente que se remonta al momento mismo de nacimiento de la democracia que deja atrás a la monarquía y a su derecho a gobierno divino. Por la democracia, el pacto social sustituye a la ley de Dios. Los ideales de "igualdad, fraternidad y libertad" entre todos los seres humanos se anteponen a una sociedad dividida en jerarquías, y el impulso de querer hacer una historia desde la autonomía humana se alza ante el "quietismo providencialista de la voluntad de Dios".
Por qué es un fenómeno actual que diversos movimientos religiosos traten de copar instancias de poder para desde allí gobernar con sus principios y no con los principios de una democracia? Entre otras razones, porque son tiempos duros para la democracia en general pues las democracias nacionales hoy se ven socavadas por el poder económico global, porque en países donde la democracia no cuajó sino a duras penas, es más fácil convencer a un ciudadano de entrar a una iglesia que a un partido político, y porque las iglesias católica o evangélica, así digan que su reino no es de este mundo, son en realidad fuerzas políticas transnacionales con muchísimos fondos para ello -y aún con beneficios tributarios para su expansión- y derecho a educar a nuestros hijos y colmar con su simbología, casas, hospitales, cuarteles, parques, calles y un largo etcétera.
El sustituir un Ministerio de la Mujer por el de la Familia, no es un simple cambio de nombre. Es la meta a la que aspiran llegar tanto el conservadurismo de raíz evangélica como el católico; prueba de ello es el inmediato apoyo del diario El Comercio, vocero del cardenal Cipriani, a esta iniciativa. Los derechos de la mujer y su herramienta sociológica, el enfoque de género, son temas fuertes en la agenda de las Naciones Unidas desde hace al menos tres décadas. Lo siguen siendo, porque no se ha llegado aún a metas que reflejen la igualdad entre hombres y mujeres, por lo que seguir luchando por la equidad entre hombres y mujeres no es un tema superado. Especificar políticas en torno a sujetos históricamente rezagados en derechos no es discriminar sino visibilizar, y es lo que se ha sucedido durante el siglo XX como resultado de las luchas entabladas también por las comunidades afrodescendientes, indígenas, o LGBT. Me pregunto, si el gobierno del Sr. Humala borra las metas pro derechos de la mujer, también hará lo mismo con las de los grupos culturales a los que dijo representar?
La Ministra de la Mujer, Ana Jara, se ha identificado como pro-vida, ergo, pro-familia. Ser pro-vida o pro-familia, implica un mismo razonamiento, reafirmar el rol de vientre/madre y no de sujeto, de la mujer. Implica retroceder en los derechos humanos que se le han reconocido hasta hoy, para en cambio, hacerla desaparecer como antaño en el seno familiar puesto que ella no puede decidir sobre los hijos que quiere o no traer al mundo. Llamarse "pro-vida" suena demasiado indulgente cuando en realidad habría que llamarse "pro-embarazo forzoso" o "pro-incesto". Nuestra Ministra "pro-embarazo forzoso", no parece haber leído los informes relativos a Ruanda o Bosnia-Herzegovina sobre violación y embarazo forzoso como forma de exterminio de poblaciones rivales. La vida puede ser usada como un arma de muerte porque la vida a secas, sin libertad, sin voluntad de quien la trae al mundo, puede ser vaciada de su significado y en esto están de acuerdo sectores progresistas tanto evangélicos como católicos. De qué serviría entonces pregonar campañas de paternidad responsable a futuro? Celebraríamos más bien el proliferar como los animales en época de celo que se reproducen porque así es la naturaleza.
Ni embarazo forzoso ni tampoco esterilización forzosa, pues son caras de la misma moneda. Lo que el gobierno debiera recordar es que en la segunda vuelta, un tema que le dio la victoria electoral ante el fujimorismo fue el del caso de esterilizaciones forzadas, y en ese sentido debería ser consecuente y responsable con su electorado. El tema es el mismo, el de ser dueño de la decisión de reproducirse, de legar o no un patrimonio y memoria genética. Esa decisión debiera ser protegida por el Estado y no negada, como afirma la Ministra, cuando dice que el interés público prima sobre la decisión del ciudadano de reproducirse o no, pues ese interés es privado.
Grupo Bajo La Lupa
Comments
Estoy totalmente de acuerdo con ustedes en cuanto a la alianza espurea entre el fundamentalismo catolico y el fundamentalismo evangelico: su enemigo es el estado laico y el gobierno democratico, por ello encuentran a sus representantes en todas las tiendas politicas: no les interesa la posicion ideologica sino ENTRAR A GOBERNAR .......... para lograr imponer antidemocratica mente sus intereses..
Solo un comentario: por ser ellos fundamentalista s estan CONTRA LA VIDA Y LA JUSTICIA, al estar contra ello estan contra Dios y contra la humanidad..¿que les parece?
saludos
bernardo alayza
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